El mundo político ha instalado el debate acerca del salario ético, con miras a corto plazo privilegiando un clima electoral anticipado. En Chile mas del 80 por ciento de los empleos lo provee la pequeña y mediana empresa, la cual en su mayoría, no esta en condiciones de asumir compromisos salariales que significan poner en riesgo su actividad.
En el país la distribución salarial es desigual. Por tanto, hay responsabilidad directa a la política publica, ya que en la provisión de los servicios sociales el Fisco ha sido un mal empleador, con acceso excluyente de sus trabajadores al sistema de protección social además de consolidar una política de mal pagador, y la estructura de contratos que se administran ha acentuado la desigualdad salarial dentro del aparato publico. La desigualdad que existe en el país se debe en gran medida a que los recursos se han dilapidado y el nivel del gasto fiscal ha aumentado más que el crecimiento de la economía.
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El sueldo ético comienza por casa
Luego del exhaustivo debate que se ha desarrollado en torno a la existencia de un salario ético, nos es de suma importancia plantear la siguiente propuesta tendiente a mejorar las condiciones laborales de las mujeres que vienen de Perú u otros países vecinos a trabajar como asesoras del hogar. Si la caridad comienza por casa nos preguntamos, ¿Se les paga un sueldo ético? ¿Se les da un trato ético?
Actualmente para que puedan desempeñar su trabajo en Chile deben esperar a que les entreguen la Visa de trabajo, lo que demora meses. Seamos realistas y no mantengamos una situación hipócrita, ¿Acaso pueden vivir estas mujeres sin trabajar mientras sale su Visa de trabajo?
En segundo lugar nos quejamos cuando algunos chilenos son discriminados en el aeropuerto de España, pero ¿Cómo tratamos a los peruanos en nuestra frontera? ¿Cuántas horas deben esperar en nuestra aduana para ser atendidos? ¿Los tratamos con la misma dignidad y derechos que exigimos?
Por otra parte, estas mujeres que vienen a trabajar por un par de años, para recuperar sus imposiciones deben realizar engorrosos trámites, lo que en muchas ocasiones, por el tiempo que conlleva les es preferible cesar el trámite para irse a su país. Lo que ha demostrado la deficiencia del mismo.
Pedimos reflexionar sobre el sueldo que pagamos a estas mujeres y hacer una modificación a la actual legislación laboral. Pídele a los Parlamentarios de la Comisión de Trabajo que:
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A estas mujeres que vienen a trabajar como asesoras del hogar, se les de la posibilidad de trabajar por un tiempo prudente una vez que hayan firmado su contrato de trabajo frente a un Notario y mientras se tramita su Visa de trabajo.
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Una vez que finalice su Visa de trabajo puedan recuperar fácilmente y llevarse a su país sus fondos de pensiones.
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